++ Introducción: el porqué de este blog

Introducción

Uno de los efectos que me provocó el visionado de la serie "El Cosmos" de Carl Sagan, fué el despertar de una gran curiosidad por temas que hasta aquel momento me habían resultado un tanto indiferentes. Los grandes temas, las grandes preguntas, conocer cómo funciona todo lo que nos rodea, los principios físicos que rigen al mismo tiempo tanto los eventos cotidianos como los grandes hechos del Universo, saber de que están compuestas las cosas, cuales son los ladrillos con los que se construye la materia, y aproximarse, con la cronología de las ideas y descubrimientos como herramienta, a la historia que nos ha acompañado y de la que somos el resultado el día de hoy; un pedazo de matería que es capaz de tomar conciencia de sí mismo y preguntarse, ¿cómo hemos llegado aquí?.

Un efecto secundario fué la estrañeza ante la facilidad con la que se otorga credibilidad a historias mágicas, de seres divinos, de explicaciones fantasiosas, de metáforas para explicar lo desconocido o lo inventado, cuando la realidad que se nos ofrece a quién quiera observarla con ojos inquisidores es mucho más llamativa, extraña y emocionante.

Cómo no asombrarse, por ejemplo, ante el hecho que los átomos que forman cualquier cosa en el Universo, incluidos nosotros mismos, son en su mayoría, vacío. Cómo no quedarse pasmado ante la idea que cada uno de nosotros somos básicamente espacio vacío y un espacio vacío que palidece ante la inmensidad de lo que se puede observar. Cómo no sentir algo de emoción cuando se piensa que al mirar por un telescopio, a inmensas distancias de nosotros, dado que la velocidad de la luz no es infinita y necesita de un tiempo para llegar a nuestros ojos, estamos viendo el pasado, el momento en el que la luz escapaba de aquello que estamos observando. Tanto es así, nos dicen, que si miramos lo suficientemente lejos, casi prodriamos ver el Inicio de la Creación.

Creo recordar que la emisión de la serie era los jueves por la noche, en el primer canal de Televisión Española. Por aquel entonces no existían los canales privados con lo que la oferta era escasa, y en casa se esperaba cada nuevo capítulo con gran expectación.

Las imagenes de mundos distantes, de Galaxias en un número mayor que granos de arena hay en todas las playas de la Tierra, leyes, ideas o teorías como la Relatividad y la mecánica cuántica con pronunciamientos en contra del sentido común, todo ello relatado con pasión y narrado con poesía.

Somos polvo de estrellas, decía el amigo Sagan, y las ganas de saber más se acrecentaban y se mezclaban, en un momento con la sensación de que somos algo muy especial y al siguiente con la sensación de sobrecogimiento ante la inmensidad del Universo y lo ínfimo de nuestra existencia y preocupaciones.

La falta de tiempo, o mejor dicho, la gran inversión de tiempo dedicada a la formación estrictamente profesional, unido al poco entusiasmo general de los profesores de ciencias de las diferentes etapas de formación, incapaces de transmitir un mínimo de entusiasmo por lo que explicaban, y las batallas diarias por la subsistencia, apaciguaron momentáneamente y en gran medida la curiosidad por adentrarme en mundos apasionantes y completamente desconocidos como la Teoria de la Relatividad, la Mecanica Cuántica o la Cosmología.

No sabría decir exactamente porqué, si es que se necesita un motivo, pero recientemente ha renacido ese antiguo interés por comprender y sobretodo por aprender, lo que me ha llevado a sumergirme de nuevo en algunos libros de divulgación científica escogidos al azar y sin ningún criterio previo. De la lectura de estos libros se extraen pasajes emocionantes cuando por fin algo que parecía oscuro y complejo se torna accesible, y la comprensión se hace dueña de una pequeña parcela del mundo, abriendo caminos y atajos para relacionar otras dudas cotidianas, otras carencias, otros límites antes insospechados. Pero también se mezcla algo de la lástima que produce el pensar que algunos de esos hallazgos, algunos por por complejos, otros simplemente por el paso del tiempo si revisitarlos, vuelvan a ser olvidados y perder de esta forma la posibilidad de establecer nuevos lazos con alguna otra pregunta que un futuro libro pueda responderme.

Y esa es la motivación de este pequeño proyecto personal que comienzo hoy y no sé hasta dónde me llevará. Es tan sólo una idea, un entretenimiento para mis ratos de ocio y mi propio goce del conocimiento descubierto, el mismo placer que puede sentir un niño al ordenar un puzzle. Un propósito de recopilar ideas, hechos, relatos de lo que se conoce con certeza que sucedió y de lo que se sospecha que pudiera pasar pero no se está en disposición de demostrar. Una recopilación donde cada evento, descubrimiento, idea o experimento se situa cronológicamente respecto a los demás, y así quizás dentro de un tiempo tome la forma de un recorrido guiado por la historia de cómo hemos llegado hasta aquí.

Las entradas se irán incorporando a medida que me atrapen en algún libro, en la prensa o en otros blogs y que con el tiempo, mucho tiempo, puedan ir conformando una pequeña historia sin final, pues nos ha de acompañar más allá de nuestra misma existencia.

Se trata de un proyecto personal, al que solamente podré aportar el trabajo de "coleccionista", de recopilador de historias.

Se trata simplemete de unos apuntes personales, algo mucho menos trascendental de lo que puede dar a entender el titulo del blog, un entretenimiento hecho desde la intuición que la reunión cronológica de los hechos que iré recogiendo de distintas fuentes a medida que me lleguen, sean lecturas, documentales, blogs, o cualquier otra, irán conformando un relato que, a modo similar a un Diario de Bitácora del Universo, ofrecerá una narración de la Historia de estos seres que somos capaces de lo mejor y lo peor.

Será pues el humilde relato de un profano en todas las materias, un aficionado a aprender, con muchas carencias y errores que necesariamente aparecerán por desconocimiento y que espero se vayan corrigiendo. Con la esperanza además que el acto de enmendar sea parte del goce de haber comprendido alguna cosa nueva. El relato en consecuencia, de como hemos llegado hasta aquí, el momento en que el Universo, después de miles de millones de años, ha sido capaz de reunir un número ingente de particulas inertes en un mismo organismo y dotarlo con la capacidad de razonar y de adquirir conciencia de sí mismo. Algo asombroso cuando uno se para a pensarlo.

Los libros de Historia suelen situar el inicio de su relato con la aparición del Hombre, a partir de los ancestros más recientes. La denominan la Historia Primitiva. He podido comprobar que rara vez se adentran más atrás en el tiempo pues los acontecimientos a los que se presta atención como memoria colectiva se ciñen a los hechos causados por los hombres. Para viajar más atrás en el pasado hay que adentrarse en libros de biología para llegar a conocer los verdaderos ancestros de todos los seres vivos, y el largo proceso para dar lugar a la proliferación de vida existente. Y si queremos viajar más atrás en el tiempo, la Astronomía y la Cosmología son las que ofrecen algún tipo de explicación.

A mi parecer, la Historia con mayúsculas debería comenzar a relatarse desde el Inicio de todo, al menos, el que se cree ahora que es el Inicio de la creación del espacio y tiempo que habitamos. Llámemosle Génesis o Big-Bang, pero lo que parece claro es que somos lo que somos y estamos donde estamos por lo acontecido en ese primer instante singular y la evolución posterior, desde la creación de los componentes primarios de la materia, pasando por la formación de las estrellas y galaxias hasta llegar a la aparición de la vida y nosotros mismos. Cabe preguntarse si esta historia se habría podido dar otra manera diferente, si las condiciones físicas y las leyes que rigen nuestro Universo solo permite una secuencia determinada en el camino hasta la formación de los Planetas y de nosotros mismos o si como parece, que estemos ahora aquí es el resultado del azar.

Parafraseando a Sagan, "Nosotros somos un medio para que el Cosmos se conozca a sí mismo", y en eso estamos.

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