En este día de Halloween, os quería hablar de la señal Wow!, quizá la señal más famosa y una de las pruebas -para muchos- más grandes de la existencia de vida extraterrestre. En este artículo os hablaré del origen y la repercusión de la Señal Wow! en la búsqueda de vida extraterrestre y las hipótesis del origen de la misma.
Orígenes de la Señal Wow!
Extracto de la cinta en que podemos ver la Señal Wow!
Todo ocurrió en la noche del 15 de agosto de 1977, una cálida noche estival que sería el recuerdo de muchos en la posteridad. Aquella, noche como otras muchas, el radiotelescopio Big Ear, perteneciente a la Universidad de Ohio (Estados Unidos), examinaba el cielo en busca de de señales extraterrestres que podrían ser enviadas a la Tierra en demostración de que hay vida inteligente en planetas extrasolares. Todas estas señales -en su mayoría radiaciones lejanas o "ruido" causado por interferencias de aparatos-, eran escaneadas por los nada más y nada menos que 50 canales que este radiotelescopio era capaz de analizar, que quedaban impresos en 50 columnas -una por cada canal examinado- en una larga cinta de papel y computados por un ordenador IBM que interpretaba las señales en caracteres alfanuméricos.
Análisis de los datos por el SETI.
Estos carácteres alfanuméricos tenían un gran significado, ya que expresaban la intensidad de la señal recibida del 0 al 36 (36 significaba que la señal recibida era 36 veces más intensa que las interferencias normales y corrientes o "ruido de fondo" más correctamente), así pues, las menores intensidades correspondían a números del 0 al 9 (0 = intensidad nula, 1 = intensidad 1 -tan intensa como el ruido de fondo- y así sucesivamente), y los alfabéticos correspondían a intensidades superiores a 10, siendo "A" equivalente a una intensidad de 11, "B" a una intensidad de 12 -doce veces el ruido de fondo- y así hasta la "Z" que representaba una intensidad de 36 (recordemos que el alfabeto inglés posee una letra menos que nosotros, la "ñ"). No había intensidad superior a la 36. No había habido éxito hasta la fecha a la hora de encontrar señales potencialmente extraterrestres, dado que toda señal venida del exterior era de origen humano: interferencias mayoritariamente, que provienen o bien de los aparatos electrónicos humanos -si son de alta intensidad- o de ruido de fondo (radiación de fondo del Big Bang, radiación en forma de calor que el mismo suelo despide, etc.).
La intensidad de la señal Wow!
Lo que nadie se esperaba es que todo aquella noche cambiaría. Jerry Ehman, astrónomo encargado de analizar los datos de las señales recibidas por el Radiotelescopio Big Ear, impresos en cintas, cuando se hallaba escudriñando las señales captadas por el mismo Big Ear aquella noche, se quedó paralizado por un instante. Algo extraño, o al menos disitnto de lo habitual había sido procesado, y no había margen de error. Jerry, quien había sido enseñado en la interpretación de las señales, desde el primer momento supo que se trataba de una señal sospechosa, de aquellas que llaman "extraterrestres", sabía que esa era una de las señales que había que buscar. Una señal de una intensidad increíble que ningún objeto dentro de la Tierra podía producir y que, salvo una enorme interferencia, se trataba de un evento extraterrestre. La señal era 6EQUJ5 (la letra U denota que la intensidad llegó a ser de hasta 31 -sobre 36-), es decir, casi llegaba al máximo alcanzable. Las intensidades de esa señal -aproximadas- fueron de 6-15-27-31-20-5 valores que corresponden como hemos visto respectivamente al 6, a las letras E, Q, U y J y al número 5.
Ampliación de la cinta en que aparece la señal Wow!
El nombre de "Señal Wow" proviene de que Jerry, justo en el momento de observar esta asombrosa señal, las 23.16 horas de la noche del 15 de agosto de 1977, escribió con el bolígrafo rojo que estaba utilizando la expresión "Wow!", rodeando también la famosa señal y sus cifras. A raíz de la fama que fue cogiendo años después, a día de hoy se le conoce como la "Wow! Signal" o "Señal Wow!", la que se considera -a falta de confirmar su naturaleza- la primera señal de comunicación extraterrestre.
Hipótesis de la Señal Wow!
Localización exacta de la Señal Wow!
En su campo, dos galaxias de las que
-en caso de ser extraterrestre-, provino.
La naturaleza de esta señal todavía no ha sido confirmada. Si se ha logrado saber de qué rincón del cielo proviene, no muy lejos de Sagitario, casi en pleno centro galáctico, como vemos en la imagen superior. En dichas coordenadas, la estrella más cercana -además sin planetas extrasolares descubiertos-, está a más de 200 años-luz, por lo que, de haberse producido un mensaje, habría tardado unos siglos, y nos llevaría a pensar que, de ser cierto que la señal proviene desde el espacio exterior hace siglos, debió ser enviada por un gran instrumento y nos llevaría a pensar que también por una civilización que nos lleva siglos de ventaja o muy preparada tecnológicamente.
La fuente de la Señal Wow! también pudo provenir de
un satélite.
No obstante, también hay científicos que opinan que, lejos de ser una señal extraterrestre, pudo ser una interferencia humana: Existe la probabilidad de que las señales del radiotelescopio fueran rebotadas por un satélite en órbita o por cualquier trozo de chatarra espacial que haría que ésta se magnificara. Otras personas creen que simplemente pudo haber alteración de la señal por otro aparato que, aunque no explica por qué su intensidad es tan alta, sí que argumenta que se han obtenido diversas señales con intensidades superiores o iguales a 20 que han sido detectadas como únicas interferencias.
Radiotelescopio Big Ear, artífice del descubrimiento
En esta guerra de opiniones, tanto los defensores de la "interferencia humana" como los defensores de la "señal extraterrestre" tienen las mismas evidencias, y es que nadie aún ha logrado probar nada, ni encontrar la fuente de dicha señal. Sólo sabemos de qué sector celeste proviene, pero ni siquiera si allí encima se encontraba un trozo de basura o espacial, o nos aguardaba una civilización. A pesar de los casi 50 intentos que hubo de volver a apuntar al sector del que provenía la señal, no se pudo encontrar nada, y para más inri, la probabilidad de que el radiotelescopio pueda ser enfocado hacia las coordenadas exactas, será una entre millones. Aún así, Jerry Ehman, el mismo descubridor opina que, aparte de la gran sorpresa que le produjo esta señal, jamás se sabrá de dónde provino, aunque en su opinión es posible que fuera reflejada por cualquier satélite terrestre.
Jerry Ehman posando en el Big Ear. Por desgracia,
fue demolido en 1998.