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++ 1859 El dia que el cielo ardió. "Eyecciones de masa coronal


En 1859 el cielo ardió. Los observadores solares empezaron a detectar el desarrollo de numerosas manchas solares en la superficie solar, y posteriormente fueron registradas diversas llamaradas solares. Eran solo las señales previas de lo que estaba por llegar. El 1 de Septiembre todo estallo: El Sol liberó una descomunal llamarada solar, de tal intensidad que durante un minuto la cantidad de luz solar producida en esa región se duplicó...y con ella una inmensa nube de plasma cargada magnéticamente. No solo enorme sino terriblemente veloz...habitualmente estas llamadas "eyecciones de masa coronal" tardan entre tres a cuatro días en alcanzarnos. Ésta lo hizo en solo 17 horas y 40 minutos.



Fuente:Apuntes científicos desde el MIT

Diario de un astrónomo


Texto escrito por Bruno Sánchez Andrade Nuño
Astrofísico del Naval Research Laboratory en Washington DC

DIARIO DE UN ASTRÓNOMO, por Brunosan
El 1 de Septiembre de 1859 Carrington estaba observando el Sol, como cada día, desde el telescopio que su fortuna le permitió construir en su casa. Libro de notas en mano, dibujaba la manchas que veía a través del ocular. Con paciencia y arte, consciente de ser quizá la única persona en el mundo que estaba viendo el Sol con esa calidad, en ese momento. Suya era la responsabilidad de retratar el Sol, científicamente. Una bella imagen de la ciencia de la época.
A mitad de dibujo pudo ver claramente como el Sol, normalmente majestuoso y pausado en su evolución, mostró en segundos un brillo completamente inusual que se propagaba a toda velocidad. En un instante había cruzado la distancia equivalente al tamaño de la Tierra. Adrenalina. Todo su cuerpo en tensión para intentar dibujar rápidamente lo que ya había pasado. Nadie había nunca reportado cosa parecida a la que Carrington tenia en su cabeza y debía plasmar en papel antes que se difuminara de su memoria. Aún hoy, se considera esa llamarada solar la más potente jamás observada. Aunque claro, no entenderíamos la causa física o relación con el "clima espacial " hasta muchos años después de muerto su descubridor.
Sin duda ésta es una imagen romántica de la astronomía, verídica sólo en el pasado. Hoy en día todo el proceso se hace por ordenador. Varios ordenadores se encargan de apuntar el telescopio, de controlar la temperatura, la humedad y el estado de todo espejito y sección por donde pasa la luz. Algunos telescopios están flotando en el espacio, automatizados y atentos a casa segundo de datos, sin problemas de nubes, noche o un observador que sepa dibujar. Otros telescopios siguen estando en Tierra, manejados un poco a la antigua usanza, donde esa magia de observar todavía perdura. Obviamente, no es nostalgia, existen razones para seguir manteniendo telescopios en Tierra, pero no, nadie tiene que dibujar. En esta entrada os narro, un poco noveladamente, cómo es eso de observar con un telescopio de última generación, como el que yo usé durante 100 maravillosos días durante mi tesis. No todos seguidos, claro!
Cuatro líneas un poco más serias. Un observatorio de este calibre supone un esfuerzo millonario continuo. Hay que tener una muy buena razón para usarlo y demostrar capacidad para poder hacerlo. En mi caso mi objetivo era mi tesis doctoral . De entre los mucho misterios que guarda el Sol, mi tema era intentar entender la capa de la atmósfera solar (la cromosfera) en la que la temperatura empieza a aumentar según te alejas. Si el calor viene del centro, no tiene sentido que esto pase, ¿no? Mi trabajo fue obtener nuevos datos con los que aprender muchos más detalles de la dinámica de esas capas y confrontarlos con las teorías actuales

Fuente: Los viajeros estelares
El día en que el cielo ardióSe cumplen 150 años de la "tormenta solar perfecta".

Muchos se despertaron a medianoche, pensando que ya había llegado el amanecer envueltos como estaban por un cielo en llamas, mientras los sistemas de comunicación de todo el mundo fallaban, los cables telegráficos de Estados UnidosEuropa se cortaron espontáneamente causando numerosos fuegos, el campo magnético terrestre prácticamente se colapsaba, estremecido por un impacto de fuerza inimaginable, y la propia química de los hielos polares cambiaba al ser golpeado por algo invisible...puede parecer una historia de ficción, pero realmente ocurrió. Hoy se cumplen 150 años de la "tormenta perfecta", de ese lejano 2 de Septiembre de 1859, el día en que nuestro planeta tembló ante la furia del Sol.

Las señales de que algo estaba pasando en nuestra estrella llegaron antes...el 28 de agosto, los observadores solares empezaron a detectar el desarrollo de numerosas manchas solares en la superficie solar, y posteriormente fueron registradas diversas llamaradas solares. Eran solo las señales previas de lo que estaba por llegar.


El 1 de Septiembre todo estallo: El Sol liberó una descomunal llamarada solar, de tal intensidad que durante un minuto la cantidad de luz solar producida en esa región se duplicó...y con ella una inmensa nube de plasma cargada magnéticamente. No solo enorme sino terriblemente veloz...habitualmente estas llamadas "eyecciones de masa coronal" tardan entre tres a cuatro días en alcanzarnos. Ésta lo hizo en solo 17 horas y 40 minutos.

Para hacer aun mas terrorífica esta ola, no solo era enorme y rápida, sino que arrastraba consigo campos magnéticos intensos y en directa oposición al campo magnético terrestres...así, cuando impacto contra el, lo anulo por completo, permitiendo que las partículas cargadas llegaran hasta la atmosfera.

Y el cielo se vio envuelto en llamas. Las Auroras se extendieron hasta cubrir buena parte del firmamento, llegando a permitir a gente que vivía tan cerca del Ecuador como se encuentra la isla de Cuba leer el diario iluminados únicamente con la luz rojiza que les llegaba del firmamento...lugares tan poco habituales como Hawaifueron testimonio de tal fenómeno y se registraron avistamientos incluso en PanamáVenezuela.

Los sistemas de comunicación así como el sistema eléctrico, que estaban dando sus primeros pasos, sufrieron mucho, generando daños y pérdida de ingresos estimados en cientos de millones de dólares de la época. El golpe fue tal qué los Magnetómetros de todo el mundo registraron perturbaciones en el campo magnético del planeta durante más de una semana...

Esta es la historia de la "tormenta perfecta", el día nuestra naciente civilización tecnológica conoció, por primera vez, la autentica fuerza de nuestra estrella...aunque considerables los daños fueron limitados, ya que la propia red de comunicaciones y eléctrica aun estaban en su niñez, estaban poco extendidas y aun no resultaban tan vitales como lo son hoy día. Desde entonces han habido otras, pero nunca como aquella.

Y en ella había una lección que no parece que hayamos aprendido...tormentas mucho menos intensas nos han visitado desde entonces, causando problemas serios y afectando seriamente desde los servicios de móvil y señales de TV hasta sistemas GPS y redes de electricidad.¿Que ocurriría si lo ocurrido en 1859 se repitiera, encontrando la tormenta no una civilización tecnológicamente en sus inicios, sino otra donde la dependencia hacia ella es absoluta y donde la interconexión y la comunicación es la base de su misma existencia?

La respuesta, evidentemente, es previsible y desastrosa...según cálculos deNational Academy of Sciences los daños, de suceder ahora, significarían perdidas de 1 o 2 Billones de Dólares, y la infraestructura tecnológica de nuestra sociedad podría necesitar entre 4 y 10 años para recuperarse por completo.

Hace 150 años el Sol nos envío un aviso, uno de grandes dimensiones que el paso del tiempo, así como las circunstancias de la época, han hecho que vayamos olvidando...el 150 aniversario de este acontecimiento es un recordatorio, uno que hemos de hacer constantemente, por mucho que sea ignorado por una sociedad ciega. Paso una vez, volverá a pasar, estar o no preparados solo de nosotros depende.


Registro de las Auroras avistadas el dos de Septiembre de 1859.
Una llamarada solar captada el 5 de Diciembre de 2006 por la cámara de rayos-X del satélite GOES-13 , y que fue tan intensa que daño el mismo instrumento que la capto...la llamarada de 1859, sin embargo, fue mucho mas potente.



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