En 1825 se publica "Mecánica celeste" de Pierre Simon Laplace. Entre 1799 y 1825, Laplace reunió sus escritos en una obra de cinco volúmenes, titulada "Mecánica Celeste", en la que se proponía dar una historia de la astronomía, sistematizando la obra de generaciones de astrónomos y matemáticos, y ofreciendo una solución completa a los problemas mecánicos del sistema solar. En la obra se recogía también la primera referencia a la teoría nebular para la formación del Sistema solar.
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cienciaes
Pierre Simon de Laplace (1749 - 1827) fue uno de los matemáticos más grandes de la historia, aunque, como ser humano, se han dicho de él muchas cosas y, de ellas, pocas buenas. Tenía un interesado afán por agradar a los poderosos, de hecho, consiguió navegar entre las aguas revueltas de la Revolución Francesa y sobrevivir a la restauración de la monarquía tras la caída de Napoleón. Donde otros perdieron la cabeza, él supo llevarla muy alta y sobre los hombros.
Su inteligencia magnífica dejó una huella imborrable en múltiples campos del conocimiento. En matemáticas fue un verdadero genio cuyos logros ponen en aprietos a muchos estudiantes de ciencias, que tiemblan ante la sola visión de su famosa "laplaciana" y las ecuaciones que la acompañan.
En astronomía, enunció la "hipótesis nebular" para explicar la formación del Sistema Solar. De acuerdo con su visión, el Sol, los planetas y el resto de los cuerpos que orbitan a su alrededor, se formaron a partir de una enorme nube de gas incandescente que rotaba alrededor de su centro de masas. A medida que se enfriaba la nube se iba contrayendo en sucesivos anillos que, a su vez, se enfriaron y condensaron dando lugar a los planetas.
Laplace estudió la
estabilidad del sistema Tierra-Luna. Explicó la relación entre la aceleración lunar y los cambios de la excentricidad de la órbita terrestre. Este análisis sirvió para completar su demostración de que todos los cuerpos del Sistema Solar forman un conjunto estable que se mueve por el vacío del espacio.
Cuentan que Laplace, siempre inclinado a alagar a los poderosos, presentó a Napoleón el primero de los cinco tomos de su "Mecánica Celeste", un compendio de conocimientos que contenía los métodos analíticos para determinar las órbitas de los planetas, su forma y las influencias de las mareas. El emperador consultó a sus consejeros y uno de ellos le indicó que, en la obra, no había ni una sola mención del nombre de Dios. Napoleón, que disfrutaba poniendo en aprietos a sus interlocutores con preguntas embarazosas, le dijo: "Monsieur Laplace, me dicen que habéis escrito este grueso libro sobre el sistema del Universo y ni siquiera habéis mencionado a su Creador." El genio, que, a pesar de ser muy comedido con los políticos, no consentía la más mínima objeción a su visión filosófica, dio un paso atrás y contestó sin rodeos, "No he tenido necesidad de tal hipótesis".
Pierre Simon Laplace (1749-1827), astrónomo y matemático francés, es famoso por haber aplicado con éxito la teoría de la gravitación de Newton a los movimientos planetarios en el Sistema Solar. Demostró que los movimientos planetarios son estables y que las perturbaciones producidas por la influencia mutua de los planetas o por cuerpos externos, como los cometas, solamente son temporales. Trató de dar una teoría racional del origen del Sistema Solar en su hipótesis nebular de la evolución estelar.Nació el 28 de Marzo de 1749 en Normandia. A los dieciocho años ya se distinguía como maestro y matemático en la escuela militar de Beaumont. Consiguió cartas de recomendación y, en 1767, partió hacia París para solicitar la ayuda del distinguido matemático francés D’Alembert. Con su ayuda, obtuvo más tarde el nombramiento de profesor de matemáticas en la escuela militar de París, y quedó asegurado su ingreso en el mundo de la ciencia.El primer trabajo científico de Laplace fue su aplicación de las matemáticas a la mecánica celeste. A Newton y otros astrónomos les fue imposible explicar las desviaciones de los planetas de sus órbitas, predichas matemáticamente. Así por ejemplo, se determinó que Júpiter y Saturno se adelantaban a veces, y otras se retrasaban con respecto a las posiciones que debían ocupar en sus órbitas. Laplace ideó una teoría, que confirmó con pruebas matemáticas, que las variaciones eran normales y se corregían solas en el transcurso de largas etapas de tiempo. Se consideró que esta teoría tenía gran importancia para entender las relaciones de los cuerpos celestes en el Universo, y ha soportado la prueba del tiempo sin sufrir apenas correcciones.Aclaró los conocimientos científicos sobre las fuerzas elementales de la Naturaleza y el Universo. Escribió artículos acerca de la fuerza de gravedad, el movimiento de los proyectiles y el flujo y reflujo de las mareas, la precesión de los equinoccios, la forma y rotación de los anillos de Saturno y otros fenómenos. Estudió el equilibrio de una masa líquida en rotación; también ideó una teoría de la tensión superficial que era semejante al moderno concepto de la atracción o cohesión molecular dentro de un líquido.Trabajando con Lavoisier, estudió el calor específico y la combustión de diversas sustancias, y puso los cimientos para la moderna ciencia de la termodinámica. Inventó un instrumento, conocido con el nombre de calorímetro de hielo, para medir el calor específico de una sustancia. El calorímetro medía la cantidad de hielo fundido por el peso dado de una sustancia caliente cuya temperatura se conocía. Entonces, podía calcularse matemáticamente su calor específico.Al estudiar la atracción gravitacional de un esferoide sobre un objeto externo, ideó lo que se conoce hoy como ecuación de Laplace, que se usa para calcular el potencial de una magnitud física en un momento dado mientras está en movimiento continuo. Esta ecuación no sólo tiene aplicación en la gravitación, sino también en la electricidad, la hidrodinámica y otros aspectos de la física.Entre 1799 y 1825, Laplace reunió sus escritos en una obra de cinco volúmenes, titulada Mecánica Celeste, en la que se proponía dar una historia de la astronomía, sistematizando la obra de generaciones de astrónomos y matemáticos, y ofreciendo una solución completa a los problemas mecánicos del sistema solar. Más tarde publicó un volumen titulado El sistema del mundo. En 1812 publicó su Teoría analítica de las probabilidades, que es un estudio sobre las leyes de probabilidad.
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