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++ Hace 4.400 millones de años d.B.B., se forma la Luna

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9.400 millones de años d.B.B., la Tierra se ha formado aunque con un tamaño menor del actual. En este período se estrella contra la Tierra un objeto del tamaño de Marte que formó una esfera acompañante: la Luna. Aunque hay otras teorias sobre el origen de la Luna

MAS SOBRE LA LUNA

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Fuente: Cienciaes


El tiovivo y el abuelo. Origen de la Luna



La odisea del Apolo XI al llevar a los primeros seres humanos a la Luna fue, también, un viaje hacia atrás en el tiempo. Al descender del módulo lunar, ante los ojos de Amstrong y Aldrin se extendía un paisaje desolado, labrado durante un pasado remoto. Las llanuras cubiertas de polvo, los cráteres de impacto y las montañas fueron esculpidas miles de millones de años atrás y permanecían casi intactas, hablando de una historia que allí se conserva y la Tierra ha olvidado.
Nuestro planeta está en continuo cambio, los volcanes rompen la superficie cubriéndola de lava nueva, la corteza se fractura, se mueve y se arruga levantando nuevas montañas y abriendo profundas simas, los vientos y las aguas socavan la tierra y borran la historia pasada.
La Luna es un cuerpo sin vida, no tiene un corazón fundido que alimente el movimiento de su corteza, no tiene atmósfera, no contiene mares ni océanos que destruyan sus cráteres, mira a la Tierra casi con los mismos ojos desde hace 2.000 millones de años.
Cuando Neil Amstrong pisó la superficie lunar, pensó en el gran paso que daba la humanidad y olvidó que estaba borrando con su huella parte del pasado de la Luna y de la Tierra. Fue un cambio pequeño, él, Aldrin y los 10 astronautas que llegaron después sólo dejaron un poco de polvo removido y las huellas de unos vehículos extraños. Nuestro satélite ganó unas toneladas de chatarra terrícola y perdió 382 kilos de rocas que los hombres se llevaron consigo, de vuelta a su planeta. Un valioso botín que permitió conocer el asombroso origen de la Luna y la Tierra.
Lo primero que dejaron claro las rocas lunares, tras sus análisis, fue la edad de nuestro satélite. Los materiales radiactivos allí encontrados permitieron determinar que la Luna se formó al mismo tiempo que la Tierra, hace 4.500 millones de años.
Una vez conocido el cuándo, faltaba por saber cómo se formaron ambos astros. En aquellos tiempos, varias hipótesis luchaban por explicar el origen de la Luna.
Una hipótesis defendía que la Tierra y Luna se formaron en distintos lugares del Sistema Solar. Después, nuestro satélite vagó por el espacio interplanetario hasta ser capturado por la gravedad terrestre. Esta idea se denomina: Hipótesis de captura. Es una bonita historia, pero altamente improbable. Los cálculos teóricos demostraban que si un cuerpo pasa cerca de la Tierra, lo más probable es que, o bien choque con ella, o que ambos modifiquen sus trayectorias y no vuelvan a encontrarse jamás. Además, si ambos cuerpos se hubiesen formado en distintos lugares del Sistema Solar, la proporción de isótopos del oxígeno en las rocas sería distinta. Los análisis de las rocas lunares revelaron una composición similar a las terrestres y la teoría pasó a mejor vida.
El segundo de los diez hijos de Darwin, Goerge, había propuesto una teoría curiosa. Según él, en los primeros momentos de su formación, la Tierra giraba muy deprisa, tanto, que una parte se desgajó de ella y se convirtió en la Luna. La hipótesis explica por qué la densidad media de la Luna es más baja que la de la Tierra, pero tendría que haber rotado muy deprisa, una vuelta cada dos horas y media, de lo contrario no puede desgajarse nada. Es poco probable que cualquier cuerpo celeste llegue a experimentar semejante pasión por la danza. Si, a pesar de todo, hubiera sido de esa manera, la composición de la Luna y la parte más exterior de la Tierra, desde donde se desgajó, deberían ser idénticas. Esa similitud es buena cuando se analizan los isótopos del oxígeno pero acaba ahí. La Luna carece de elementos volátiles -sustancias de evaporación fácil- como el potasio, sodio, bismuto y talio, y no tiene minerales que contengan agua, además, es mucho más rica en elementos refractarios, que entran en ebullición a altas temperaturas, como el aluminio, el calcio y el torio. George tuvo menos suerte que su padre con su teoría y todo el mundo lo ha olvidado.
Otra propuesta, la hipótesis del doble planeta, defiende que la Tierra y la Luna se formaron juntas, a partir de la misma nube de gas y polvo. La masa del satélite salió de un anillo de materia en órbita alrededor de la Tierra. Una buena idea, pero no explica por qué el núcleo metálico de la Luna es tan pequeño comparado con el terrestre, ni las distintas composiciones de elementos volátiles y refractarios.
Descartadas las teorías tradicionales sólo quedaba una propuesta mucho más dramática, dada a conocer por Hartman y Davis en 1975. Según ellos, ambos cuerpos nacieron tras un impacto gigantesco.
Mientras la Tierra estaba en formación e iba creciendo gracias al material que recogía de sus alrededores, un enorme proyectil del tamaño de Marte impactó oblicuamente con ella. El choque fue de tal magnitud que convirtió una gran parte de ambos cuerpos en magma incandescente. Los núcleos de hierro y materiales más pesados se fundieron en un solo cuerpo y las partes más livianas, especialmente silicatos, salieron despedidas al espacio creando una nube de trozos y magma que giraba alrededor del cuerpo central. Esos pedazos se fueron aglutinando hasta formar la Luna.
La teoría explica muchas cosas. La Luna carece de hierro metálico en su centro porque se formó a partir de las partes menos pesadas despedidas durante el impacto. La diferente relación de hierro/magnesio en la Tierra y la Luna se debe a que la Luna se formó sobre todo a partir del cuerpo que se estrelló. El extraordinario calor que se produjo durante la colisión, evaporó el agua y la demás sustancias volátiles, el resto se condensó rápidamente dando lugar a los materiales refractarios que abundan en la Luna.
El proyectil debió golpear la Tierra lateralmente, a una cierta distancia del eje central. Un impacto así habría acelerado la rotación de nuestro planeta hasta su valor actual.
El Sistema Solar era por aquellos tiempos un lugar menos tranquilo, poblado por multitud de cuerpos grandes y pequeños que chocaban entre sí con notable facilidad.
Tras la catástrofe que dio lugar a la formación de la Luna y la Tierra se produjo un verdadero bombardeo que dejó marcados ambos cuerpos con enormes cicatrices en forma de cráteres de impacto. La Luna contiene más de 35 cuencas cuyo diámetro supera los 300 kilómetros. En la Tierra debió suceder lo mismo pero, al tener mayor superficie y masa, el bombardeo fue 20 veces mayor. Comparando con lo que se observa en la Luna, en la Tierra debieron producirse más de 600 enormes impactos, decenas de ellos monumentales capaces de crear cuencas de 2.500 kilómetros de diámetro.
Después ambos cuerpos vivieron vidas separadas. La Luna perdió rápidamente su calor y se enfrió conservando las cicatrices de aquel apocalíptico pasado. La Tierra siguió viva y las huellas se borraron. Nuestro planeta perdió así una gran parte de su historia pasada, una historia que aún conserva páginas inéditas en su inseparable hermana: La Luna.
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Fuente: La media hostia

Una explosión nuclear natural creó la luna

La Luna se formó tras una georeacción nuclear desbocada en el manto de la Tierra, de acuerdo con una nueva teoría sobre la formación lunar.


La teoría estándar sobre el origen de la Luna se conoce como la hipótesis del gran impacto. Supone que en la historia del joven Sistema Solar, un objeto masivo impactó con la Tierra, fragmentándola en dos partes desiguales. La menor se condensó en la Luna.





luna



Las mejores simulaciones de este proceso sugieren que aproximadamente el 80 por ciento de la Luna tiene que proceder del impactador y un 20 por ciento de la Tierra.


Esto es difícil de reconciliar con la composición medida de las rocas lunares, casi idénticas a las de la Tierra en términos de contenido isotópico. Algunos geólogos planetarios dicen que esto podría explicarse si, poco después del impacto, los restos de mezclaron mucho antes de formar cuerpos sólidos. Pero otros señalan que esto podría explicar la similitud en las proporciones isotópicas de los elementos ligeros como el oxígeno, pero no tan fácilmente para las idénticas proporciones de elementos más pesados como el cromo, neomidio y tungsteno.


Pero existe otra teoría conocida como la hipótesis de la fisión que podría tener en cuenta el contenido isotópico. Esta idea es que la Tierra y la Luna se formaron a partir de una bolsa de roca fundida que giraba rápidamente. Esta bolsa giraba tan rápido que la fuerza de la gravedad sólo se veía sobrepasada por las fuerzas centrífugas en funcionamiento.


En este sistema, cualquier ligero impacto habría expulsado una pequeña porción de roca fundida hacia la órbita. Esta porción finalmente formó la Luna.


La hipótesis de la fisión se ha estudiado durante 150 años, pero finalmente se rechazó debido a que nadie había sido capaz de descubrir de dónde pudo haber procedido la energía para sacar a la órbita un trozo del tamaño lunar.


Ahora, Rob de Meijer de la Universidad de la Provincia Occidental del Cabo y Wim van Westrenen de la Universidad VU de Amsterdam dicen que saben de dónde pudo venir ese impacto.


Su idea es que las fuerzas centrífugas habrían concentrado los elementos más pesados como el uranio y el torio cerca de la superficie de la Tierra en el plano ecuatorial. Altas concentraciones de estos elementos radiactivos pueden llevar a reacciones nucleares en cadena que pueden hacerse súper críticas si las concentraciones son lo bastante altas.


La cuestión es cómo de concentrados tendrían que estar estos elementos. De Miejer y van Westrenen calcularon que es bastante posible que la concentación sea lo bastante alta para una reación nuclear desbocada.


Su teoría es que la explosión nuclear de un georeactor nuclear natural después de hacerse súper crítico, expulsó el material que finalmente formó la Luna.


También dicen que debería haber pruebas reveladoras de que tal explosión tuvo lugar, particularmente en la abundancia lunar de helio-3 y xenón-136, los cuales se habrían producido en mayores cantidades en un georeactor natural.


Futuras medidas desde la superficie podrían proporcionar las pruebas necesarias para confirmar la teoría pero el análisis no será fácil. Es bien sabido que el viento solar deposita ingentes cantidades de estas sustancias en la superficie lunar por lo que tendrá que tenerse en cuenta.


Por supuesto, los georeactores no son de ninguna forma hipotéticos. El más famoso está en Oklo, Gabón, no muy lejos del ecuador, donde un reactor nuclear natural estuvo en claro funcionamiento hasta hace aproximadamente 1500 millones de años, dejando signos reveladores de depósitos de uranio que ahora están siendo explotados.


Un corolario interesante de esta discusión se centra en el origen de esta teoría que se acredita a George Darwin, hijo del más famoso miembro de esta familia. No contento con zanjar el debate sobre el origen de las especies, ¿podría ser que la familia Darwin finalmente también tuviera en cuenta el origen de la Luna?


Visto en Ciencia Kanija.




Fuente: Noticias de la Ciencia

Una controvertida teoría sobre el origen de la Luna

TEL: 2 min. 49 seg.


Un científico cree que nuestro satélite natural no se habría formado de la Tierra debido a una colisión de nuestro planeta con otro gran cuerpo, sino que se habría formado dentro de la órbita de Mercurio y luego habría sido adoptada por su actual "pareja cósmica".


Tierra Fría Primitiva


La idea va a contramano de la hipótesis con mayor consenso científico: la hipótesis del gran impacto, que sostiene que la Luna se formó de los desechos dejados por una colisión entre un objeto del tamaño de Marte que chocó con la Tierra hace 4.500 millones de años.

Sin embargo, la Luna tiene algunas características que podrían no ser explicadas por esa hipótesis y, desde hace varios años, Robert Malcuit, de la Universidad Denison, postula una visión alternativa para la historia de nuestro satélite natural.

La versión de Malcuit de los eventos va en sentido opuesto de una Tierra primitiva caliente y, en cambio, es acorde a los recientes hallazgos de minerales en Australia, de hace 4.000 millones de años, que sugieren que el planeta era demasiado frío.

Si la Tierra hubiera tenido un gran impacto con un objeto del tamaño de Marte, habría estado muy caliente, con lo que los hallazgos en Australia no concordarían con la visión general del origen de la Luna.

"Todo en el modelo del impacto gigante es caliente, caliente, caliente. Es incompatible con lo que vemos en los registros geológicos. La Tierra era suficientemente fría en ese momento como para haber sostenido un impacto temprano en su historia que formara la Luna", señaló Malcuit.

Los modelos computacionales en los que el científico ha trabajado desde la década de 1980 muestran que sería posible que la gravedad de nuestro planeta capturara a la Luna. Al principio, la órbita de nuestro satélite habría sido altamente elíptica, pasando muy cerca de la Tierra para luego alejarse, a razón de ocho veces por año.

El tirón gravitacional habría estirado al planeta 18 a 20 kilómetros cerca del ecuador, agitando el caliente manto y la corteza. Las rocas más cercanas a los polos serían como las halladas actualmente en Australia. Las capas superiores de la nueva Luna capturada, se habrían derretido por la fricción gravitacional hasta que la órbita del satélite se estabilizó hace 3.000 millones de años.



Tierra-Luna


Malcuit presentó esta hipótesis en la Reunión Anual de la GSA (Sociedad Geológica Americana) en Portland, entre el 18 y 21 de octubre.

Tradicionalmente, los científicos citan la baja densidad y la falta de hierro de la Luna como las razones por las que se piensa que surgió de nuestro planeta, en virtud de que el gran impacto habría separado los materiales livianos de las capas superiores de la Tierra.

Jack Lissauer, de NASA, piensa que la hipótesis de Malcuit es altamente improbable, según señaló a Discovery News. "La captura es muy, muy difícil. Habría que tener la velocidad justa y parámetros muy especiales para que todo sea correcto". Sin embargo, está de acuerdo en que la hipótesis actual debe ser revisada, pero no cree que si el que la Tierra estuvo fría hace primitivamente implique que la idea de Malcuit sea correcta.
"El calor del impacto se disipó muy rápidamente. No tomaría 100 millones de años, y ciertamente no llevaría 500 millones", recalcó.

Al calor de las ideas
Las ideas sobre una Tierra primitiva caliente comenzaron a cambiar hace algunos años, cuando los geólogos como John W. Valley de la Universidad Wisconsin-Madison, descubrieron docenas de cristales del mineralzircón (o circón). Las inusuales propiedades de estos durables minerales permitió preservar pistas robustas acerca del medioambiente primitivo del planeta, en los eones Hadeico y Arcaico. Estas diminutas cápsulas (del tamaño de un punto) poseen evidencia sobre la existencia de océanos y quizás continentes 400 millones de años antes de lo que se pensaba.
En estas investigaciones se base Malcuit para sostener que la Tierra, si estaba más fría, no pudo sobrellevar un gran cataclismo. Sin embargo, la hipótesis de la captura parece difícil de sostener sólo con modelos computacionales.

De cualquier forma, sea que haya salido del interior de la Tierra o que haya sido capturada por la hipnóticagravedad a nuestros pies, siempre habrá Un hombre que mira a la Luna.

Fuentes y links relacionados


  • A Prograde Planetoid Capture Episode About 3.95 Ga Ago: Is This Model Compatible With The Information From Hadean- And Archean-Age Detrital Zircon Crystals?
    Malcuit, Robert
    2009 Portland GSA Annual Meeting (18-21 Octubre 2009)
    Paper No. 266-2
    Presentation Time: 1:45 PM-2:00 PM
  • Controversial Moon Origin Theory Rewrites History, por Michael Reilly, Discovery News
  • Early Archean Ophiolites And The Cool Early Earth: Can They Be Explained In The Context Of A Tidal Capture Model For The Origin Of The Moon?
    2007 GSA Denver Annual Meeting (28–31 October 2007)
    Malcuit, Robert
    Paper No. 121-1
    Presentation Time: 8:15 AM-8:30 AM
  • A cool early Earth
    John W. Valley et al.
    Geology; April 2002; v. 30; no. 4; p. 351-354;
    DOI: 10.1130/0091-7613(2002)030<0351:acee>2.0.CO;2
    A Cool Early Earth, (2002) Geology. 30: 351-354.
  • Scientific American: A Cool Early Earth?
    John W. Valley
    Oct. 2005

Sobre las imágenes

  • Ilustración de la Fría Tierra Primitiva, 4.400 millones de años atrás. Gráfico: Andrée Valley y Mary Diman
  • Tierra y Luna. NASA

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