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* GLOSARIO: Pulsar

Fuente: Ciencia en espacio ciencia

Que es un pulsar

En pocas palabras, un púlsar es una estrella de neutrones que rota. La rotación es el origen de lo que se conoce como “pulsos”. Estos cuerpos fueron descubiertos por primera vez en 1967 gracias a emisiones “pulsantes” de ondas de radio en emisiones regulares.

Fue la regularidad de los intervalos entre emisiones que se sugirió que el origen de dichas pulsaciones podrían ser seres extraterrestres inteligentes, lo que dio origen al nombre del descubrimiento, que fue bautizado como LGM 1, como sigla de “Little green men” (pequeños hombres verdes).
Aunque los primeros púlsares fueron observados como una fuente de emisiones de ondas de radio, hoy en día se pueden observar las más brillantes emitiendo pulsaciones de longitudes de onda cercanos al de la luz visible. Los púlsares se componen de neutrones y poseen porciones de partículas en movimiento a una velocidad cercana a la de la luz debido a la potencia de los campos magnéticos presentes. Es esto mismo lo que produce las emisiones de radiación.
Es por un motivo similar que el norte “verdadero” y el “magnético” son distintos puntos en el planetaTierra; en un púlsar los ejes de rotación y magnético también se encuentran desalineados. De esta forma, las radiaciones recorren el púlsar a medida que éste rota, del mismo modo que el foco de luz en un faro lo hace. Análogamente, nosotros vemos pulsaciones de emisión, al igual que un barco en el océano sólo ve emisiones periódicas y regulares de luz. Las estrellas giran rápidamente por el mismo motivo que lleva a los patinadores de hielo a acercar sus brazos a su tronco; se trata de conservación del momento angular.
Foto | Flickr


Fuente: Ciencia Kanija

Los relojes cósmicos podrían tener la llave a los secretos del universo

RadiotelescopioUn equipo internacional de científicos han desarrollado una nueva y prometedora técnica que podría convertir a los púlsares – relojes cósmicos naturales excelentes – en registradores del tiempo todavía más precisos.
Este importante avance, liderado por científicos de la Universidad de Manchester y que ha aparecido el 24 de junio en la revista Science Express, podría mejorar la búsqueda de ondas gravitatorias y ayudar en los estudios del origen del universo.

Las ondas gravitatorias son misteriosas y poderosas perturbaciones que no han sido todavía observadas directamente, aunque se sabe que existen y fueron predichas por Einstein.
El descubrimiento directo de ondas gravitatorias, que llegan a los relojes cósmicos, modificándolos, podría permitir a los científicos estudiar eventos violentos como los procesos de fusión de agujeros negros supermasivos y ayudar a entender el universo poco después de su formación en el Big Bang.
Los científicos progresaron usando observaciones de púlsares realizadas durante décadas con el radiotelescopio Lovell, en el observatorio Jodrell Bank de la Universidad de Manchester.
Los púlsares son estrellas que han colapsado y que rotan, estudiadas con gran detalle desde su descubrimiento en 1967. La rotación extremadamente estable de estos volantes cósmicos ha conducido previamente al descubrimiento del primer planeta orbitando otras estrellas, y proporcionado rigurosos tests para las teorías de la gravedad que dan forma al universo.
Sin embargo, esta estabilidad rotacional no es perfecta y hasta ahora, pequeñas irregularidades en su rotación han reducido significativamente su utilidad como herramientas de precisión.
El equipo, liderado por el profesor Andrew Lyne de la Universidad de Manchester, ha usado observaciones del telescopio Lovell para explicar estas variaciones y mostrar un método por el cual éstas pueden ser corregidas.
El profesor Lyne explica: “Los mejores relojes humanos necesitan correcciones por diferentes motivos. Cambios en la temperatura, en la presión atmosférica, en la humedad, o en el campo magnético local. Ahora, hemos encontrado un medio potencial de corregir un reloj astrofísico”.
Se sabe que la tasa a la que los púlsares rotan decrece muy lentamente. Lo que el equipo ha encontrado es que las desviaciones surgen porque en realidad hay dos tasas de decrecimiento y no una, y que los púlsares cambian de tasa de modo impredecible y abrupto.
Estos cambios están asociados a un cambio en la forma del pulso emitido por el púlsar. Debido a esto, las medidas de precisión de la forma del pulso en un instante dado indican exactamente a cuál de las dos tasas corresponde y permite el calculo de una “corrección”. Esto mejora significativamente sus propiedades como relojes.
Los resultados dan una nueva visión sobre las extremas condiciones cerca de las estrellas de neutrones y ofrecen el potencial de mejorar los ya muy precisos experimentos en gravitación.
Se espera que este nuevo entendimiento de la rotación de los púlsares mejorará las probabilidades de que los púlsares que giran más rápido sean usados para detectar por primera vez las ondas gravitatorias.
El equipo de la universidad de Manchester colaboró en el proyectó con el Dr. George Hobbs del Australia Telescope National Facility, con el profesor Michael Kramer del Instituto Max Planck de Radioastronomía, y con la profesora Ingrid Stairs de la Universidad de British Columbia.
La investigación fué financiada por el Consejo de Instalaciones Científicas y Tecnológicas.
Su director científico, el profesor John Womersley, dijo: “La astronomía no es como la mayoría de las otras ciencias, ya que no podemos medir directamente las propiedades de las estrellas y las galaxias. Éstas tienen que ser calculadas basándose en nuestro conocimiento de cómo funciona el universo – lo que significa que algo tan significativo como ser capaz de usar los púlsares como relojes cósmicos, un nuevo estándar para la medida del tiempo, tendrá importantes consecuencias para el avance de la ciencia y el conocimiento del universo”.
Muchos observatorios a lo largo del mundo están intentando usar los púlsares para detectar las ondas gravitatorias que son predichas como consecuencia de los agujeros negros supermasivos del universo.
Con la nueva técnica, los científicos pueden ser capaces de revelar las señales de ondas gravitatorias que permanecen ocultas por las irregularidades en la rotación de los púlsares.
El director del grupo de púlsares de la Universidad de Manchester, Dr. Ben Stappers, dijo: “Estos excitantes resultados fueron posibles gracias a la calidad y duración de la única base de datos de tiempos de púlsares del telescopio Lovell.

Autor: Dan Cochlin
Fecha Original: 25 de junio de 2010
Enlace Original

Fuente: Gravedad cero

El púlsar de milisegundos más joven


Gracias al satélite de rayos gamma Fermi Telescope, un equipo internacional de científicos ha descubierto un púlsar de milisegundos sorprendentemente poderoso que pondría en entredicho las teorías existentes acerca de cómo se forman estos objetos cósmicos.
El hallazgo eleva a 100 los pulsares identificados por el telescopio financiado por NASA, con la participación, entre otros, de la Agencia Espacial Italiana (ASI) y el Instituto Nacional de Física Nuclear (INAF) de Italia, centro de investigación que ha publicado la noticia.
Un púlsar es una estrella de neutrones, capaz de aplastar a medio millón de veces la masa de la Tierra en una esfera del tamaño de una ciudad. El materia está tan comprimida que, en su superficie, una tetera pesaría como el Monte Everest.
La característica principal de los púlsares es la de poder combinar la increíble densidad de con un ritmo de rotación extremo. Los más rápidos son los púlsares de milisegundos, que llegan a 43.000 revoluciones por minuto. Se cree que estos objetos celeste puedan alcanzar estas velocidades porque vinculadas gravitacionalmente en un sistema binario con una estrella de tipo “normal”. Durante su evolución, transfiere gas al púlsar en forma, de modo que la fuerza del impacto le proporciona más fuerza de rotación,aumentando su velocidad. Los púlsares emiten un potente haz de energía – desde las ondas de radio hasta los rayos gamma - gracias al fuerte campo magnético y a la velocidad de rotación.
Típicamente, los púlsares de milisegundos tienen una edad de algunos mil millones de años o poco más, es decir comparable a la de las estrellas normales. Sin embargo, el Fermi Telescope reveló la presencia de un brillante púlsar de milisegundos de sólo 25 millones de años, según publicaba la revista Science la semana pasada.
El objeto, llamado PSR J1823-3021A, forma parte de un conjunto esférico de estrellas viejas (o cúmulos globulares) llamado NGC 6624. El grupo tiene cerca de 10 millones de años y está ubicado a 27 mil años luz de la Tierra, en la constelación de Sagitario.
Via Gravità Zero.

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