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* Hace 1.000 millones de años aparecen los primeros corazones.


Hace 1.000 millones de años, la selección natural topó por casualidad con células que se contraían rítmicamente; los pequeños seres que las albergaban se servían de las contracciones de esas células para distribuir sustancias útiles a sus cuerpos. Habían nacido, de modo accidental, las bombas y el espacio abstracto de la configuración de tales protobombas la naturaleza favoreció las más eficientes. (visto en el libro "Yo soy un extraño bucle" de Douglas R. Hofstadter)

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