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++ Hace 260 millones de años se produjo una gran extinción

Se cree que debido a una gran erupción volcánica la proporción de oxigeno en los mares volvió a descender, del 35 al 12% y con el carbono enterrado, el dióxido de carbono, un elemento imprescindible para la fotosíntesis de las plantas, empezó a desaparecer y no podían liberar oxigeno. En esa época la Tierra firme estaba unida en un único supercontinente asolada en su interior por un desierto, alejada de la humedad de los mares. Se produce en esta época un hecho devastador, la extinción del Pérmico, desapareciendo el 90% de las especies, debido en parte a la desaparición del oxigeno.

Otras teorías apuntan a que otros factores se sumaron a la erupción, como fué la liberación del metano acumulado bajos los oceanos y que agravó el efecto hivernadero.

Ver tambien: DOCUMENTAL: BBC Horizon : The Day the Earth Nearly Died
Ver también :DOCUMENTAL: ARMAGEDON ANIMAL (La gran extinción del Pérmico)

Fuente: Noticias ciencia
Una Supererupción Volcánica, Hasta Hoy Desconocida, Causó una Extinción
26 de Junio de 2009.

Foto: U. LeedsHa sido descubierta, por un grupo de científicos de la Universidad de Leeds, una erupción volcánica gigante desconocida hasta ahora que, según todos los indicios, causó la extinción global en masa de 260 millones de años atrás.

La erupción, en la provincia de Emeishan del suroeste de China, liberó alrededor de medio millón de kilómetros cúbicos de lava, cubriendo un área 5 veces mayor que Gales, y diezmando la vida marina en todas partes del mundo.

Los científicos lograron en este estudio algo inusual: Pudieron precisar la época exacta de la erupción con respecto a las señales dejadas por otros fenómenos geológicos, y vincularla directamente a un evento de extinción en masa. Lo consiguieron gracias a que la erupción se desencadenó en un mar poco profundo, lo que significa que la lava aparece hoy como una capa distintiva de roca ígnea intercalada entre capas de roca sedimentaria que contienen vida marina fosilizada cuya antigüedad se puede estimar fácilmente.

La capa de roca fosilizada directamente después de la erupción muestra la extinción en masa de diferentes formas de vida, vinculando de manera evidente esa erupción con una enorme catástrofe medioambiental.

El efecto global de la erupción se debió también a la proximidad del volcán a un mar poco profundo. La colisión de la lava, que fluía rápidamente, con el agua, causó una explosión violenta al comienzo de la erupción o sucesión de erupciones, lanzando grandes cantidades de dióxido de azufre a la estratosfera.

Cuando el magma de poca viscosidad fluye con rapidez y se encuentra con el mar poco profundo, el efecto es como verter agua en una sartén con aceite hirviendo: Hay una explosión espectacular que produce nubes gigantescas de vapor.

La inyección de dióxido de azufre a la atmósfera habría conducido a la formación de grandes nubes que se expandieron por todo el mundo, enfriando el planeta y produciendo finalmente torrenciales lluvias ácidas. Los científicos estiman a partir del registro fósil que el desastre medioambiental se desató al comienzo de la erupción.

La extinción abrupta de cuantiosas formas de vida marina que hoy se aprecia con toda claridad en el registro fósil relaciona firmemente una erupción volcánica gigante con una catástrofe medioambiental global, una correlación que a menudo ha sido tema de encendido debate y de polémicas.
Información adicional en:


Fuente: Astroelche

 
 Imagen del mayor cráter de impacto descubierto hasta la fecha.
Es tres veces mayor que el cráter de Chicxulub, en el Golfo de México, donde cayó el meteorito de 10 km. que extinguió a los dinosaurios hace 65 millones de años. El cráter tiene 500 km. de diámetro (contra los 170 del de Chicxulub) y se formó hace 250 millones de años tras el impacto de un objeto de unos 50 km.
El nuevo cráter, que se encuentra bajo una capa de más de un km. de hielo, fue observado por primera vez en 2006 con los radares de gravedad y subsuelo de los satélites GRACE, de la NASA, y desde entonces ha despertado el interés de los científicos.
Los datos obtenidos sobre el terreno indican que la impresionante roca espacial cayó hace unos 250 millones de años, coincidiendo con la gran extinción que tuvo lugar en la frontera de los periodos Pérmico y Triásico. Durante aquél trágico episodio, desapareció cerca del 90% de todas las formas de vida del planeta.
Continuación:
Su localización geográfica, al este de la Antártida y debajo de Australia, en la región conocida como Tierra de Wilkes, sugiere a su vez que el enorme meteorito también tuvo algo que ver con la ruptura del supercontinente Gondwana, creando o acelerando la falla tectónica que desde entonces empezó a empujar Australia hacia el norte.
Los paleontólogos están convencidos de que fue precisamente la gran extinción del Pérmico-Triásicola que hizo posible el desarrollo y posterior dominio de los dinosaurios, cuyo reinado en la Tierra duró cerca de 80 millones de años. Más tarde, tras el impacto que abrió el cráter de Chicxulub, la historia volvió a repetirse. Los dinosaurios (y cerca del 70% de la vida en la Tierra) se extinguieron y dejaron el campo libre para que los primeros mamíferos se desarrollaran y tomaran el control.
"El impacto de Tierra de Wilkes -explica Ralph von Frese, profesor de Ciencias Geológicas en la Universidad Estatal de Ohio y uno de los descubridores del cráter- es mucho mayor que el que mató a los dinosaurios, y probablemente causó en aquella época daños catastróficos".
A pesar de todo, por sí sola, la enorme estructura de 500 km. no prueba gran cosa. Pero tras largos años de estudio y de comparación con otros cráteres (en la Tierra y en la Luna), han conseguido despejar una buena parte de las dudas. "Existen en la Luna -afirma von Frese- por lo menos veinte cráteres de impacto de este tamaño o incluso mayores, por lo que no resulta sorprendente encontrar uno aquí".
Sin embargo, a diferencia de lo que sucede en la Luna, la intensa actividad atmosférica y geológica de la Tierra ha conseguido borrar o enterrar (como es el caso), la mayor parte de estas viejas cicatrices.

Pese a su convicción, von Frese y Laramie Potts (el otro descubridor del cráter) admiten que sus datos están abiertos a otras interpretaciones. De hecho, e incluso con las modernas técnicas basadas en radares de gravedad, los científicos apenas si están empezando a comprender lo que sucede en el interior de nuestro planeta.
"Basándonos en lo que sabemos sobre la historia geológica de la región -asegura von Frese- la estructura se formó probablemente hace cerca de 250 millones de años". Algo más tarde, hace unos cien millones de años, Australia se separó de Gondwana e inició su larga y solitaria marcha hacia el norte, que continúa en la actualidad. La falla que provocó la ruptura cruza el gran cráter casi por su centro, lo que sugiere que, como mínimo, el impacto aceleró su formación.
Con todo, opina el científico, las pruebas definitivas de la hipótesis del impacto descansan aún bajo tierra, en antiguas rocas que están a la espera de futuras expediciones científicas que las desentierren.
Fuente: ABC

Fuente: Misterios al descubierto

La Gran Extinción

La extinción más masiva de la historia de la vida en la Tierra no fue la de los dinosaurios hace 65 millones de años, sino otra ocurrida mucho antes, hace 250 millones de años, y en la que desaparecieron el 90% de todas las especies marinas, el 70% de los vertebrados terrestres, y la mayor parte de las plantas. Hasta ahora conocíamos que el fenómeno había sucedido muy rápidamente en términos geológicos, pero desconocíamos la causa. Un equipo de investigadores publicó en la revistaScience hace unos años que el culpable fue un meteorito o un cometa de entre 6 y 12 kilómetros que chocó contra la Tierra.
Ahora bien, ¿qué huellas o pruebas llevan a los científicos a esta conclusión? La hipótesis del impacto de un objeto extraterrestre ya había sido estudiada, pero no se había encontrado ningunapista a su favor. El meteorito que provocó la extinción de los dinosaurios, por ejemplo, que cayó junto a la actual península del Yucatán (México), dejó en los estratos geológicos de la época del impacto residuos de iridio, un elemento químico de clara procedencia extraterrestre.
Sin embargo, y aunque en los estratos de hace 250 millones de años no se ha encontrado iridio, los investigadores han hallado unas moléculas de carbono llamadas fullerenos que curiosamente guardan en su interior átomos de determinados gases que, como el iridio, sólo pueden proceder del espacio. Los fullerenos son moléculas en forma de pelota hueca, como un balón de fútbol, y pueden funcionar como una jaula para otros compuestos. En este caso, los gases enjaulados son dos formas específicas – dos isótopos de helio y argón – que no se dan en la Tierra. Además, ya se han encontrado fullerenos en restos de meteoritos actuales que a su vez incluyen en su composición química los mismos gases extraterrestres.
Pero ¿dónde chochó el meteorito o cometa y cómo se ha estimado su tamaño? En la costa de la actual Antártida ha sido situado recientemente el impacto (concretamente, el cráter de la Tierra de Wilkes). Los fullerenos delatores se han encontrado en tres lugares muy distantes, el sur de China, el suroeste de Japón y el norte de Hungría. Son lugares conocidos por los geólogos porque allí la erosión ha dejado expuesta la capa de sedimentos de la frontera pérmico-triásico. Ha sido posible estimar el tamaño del meteorito entre 6 y 12 km de diámetro. Los investigadores se basan en que, de haber sido mayor, los fullerenos con argón y helio se hallarían en mayor cantidad y más dispersos, y si hubiera sido más pequeño, sus efectos no habrían sido tan devastadores.
Lo más interesante es que la Gran Extinción no se produjo directamente por el impacto. A pesar de la rapidez con la que desaparecieron las especies, fueron los efectos colaterales del choque los verdaderos culpables. Para hacer que se extingan el 90% de los organismos hay que atacarlos por más de un frente. Las erupciones volcánicas que desencadena el impacto de un bólido de ese tamaño hicieron que en la región de Siberia se expulsaran más de billón y medio de metros cúbicos de lava durante un millón de años. Los volcanes emitieron toneladas de cenizas y cantidades masivas de dióxido de carbono a la atmósfera. El CO2 es un gas de efecto invernadero y, por tanto, con efectos sobre el clima. Pero además las cenizas bloquearon la llegada de luz solar a la Tierra, impidiendo la fotosíntesis de las plantas y desencadenando un colapso en la cadena alimenticia.

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